Las tachuelas y remaches me gustan mucho, con su aire macarra ochentero consiguen darle la vuelta a cualquier prenda dándole un aspecto renovado.
Como estoy trabajando en una colección de bolsos llena de remaches y tachuelas pues tengo miles de ellas en casa (doradas, niqueladas, de aspecto envejecido) y no he podido resistir en ponerle alguna a mi chaqueta.
Eso si, la cosa no acaba aqui y seguiré poniendole más. Son piramedes o pinchos. Poco a poco.
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